Peeling facial

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¿Qué es el peeling facial?

El peeling es un tratamiento estético dirigido a mejorar la textura y el tono de la piel mediante una exfoliación química o mecánica que elimina las capas externas dañadas de la epidermis. Factores como el sol, las arrugas, el acné o pequeñas cicatrices que se producen con el tiempo estropean el aspecto de la cara y producen lesiones antiestéticas. El peeling es un tratamiento que también puede aplicarse en el cuello manos o cuerpo.

El peeling facial es un tratamiento no quirúrgico que puede mejorar el aspecto. En función de la profundidad de las lesiones se realizará con diferente intensidad, y como consecuencia se eliminarán más o menos capas de la piel.

  • Un peeling suave para pequeñas arrugas, manchas o acné.
  • Un peeling medio para arrugas superficiales, lesiones pigmentadas o acné en fase activa.
  • Un peeling profundo para arrugas marcadas, cicatrices producidas por el acné y pigmentación limitada a ciertas zonas.

¿En qué consiste el tratamiento del peeling facial?

El peeling nos ayuda a acelerar la exfoliación natural de la piel, ya que favorece la eliminación de células muertas y promueve la regeneración celular, incrementando la producción de colágeno y elastina, componentes esenciales para mantener la piel suave y firme. Sin embargo, antes de someterse a cualquier tratamiento el médico deberá conocer su historial médico por si existe alguna contraindicación en su aplicación. Además, deberá analizar las lesiones para determinar que tipo de peeling le aportará más beneficios al paciente.

Una vez determinada la profundidad de las capas que debe exfoliar, seleccionará los productos a utilizar:

  • Exfoliación ligera: Ácidos láctico, glicólico, salicílico o maleico.
  • Exfoliación media: Se utilizará ácido tricloroacético.
  • Exfoliación más profunda: Se usará fenol, normalmente.

La zona que tratar será limpiada para poder aplicar el ácido correspondiente. Es posible que durante el tratamiento note escozor o ardor. Generalmente no se usa anestesia a excepción de la exfoliación profunda.

Una vez neutralizados los ácidos con unas compresas frías, el paciente puede marcharse a casa. A las 48 horas, aproximadamente, el peeling comenzará su proceso. Los efectos que producen el peeling sobre la piel son visibles, durante el proceso la piel puede enrojecerse y escamarse, en mayor o en menos medida en función del peeling realizado. Pero también se puede notar picor, escozor y sensibilidad. Es necesario hidratarse bien la piel durante este periodo, así como utilizar protectores solares debido a que la piel está muy sensible.

Pretratamiento:

Previo a cualquier peeling se debe realizar un desengrasado y limpieza profunda de la piel.

Es aconsejable dejar de utilizar cremas que contengan ácido retinoico y otros irritantes al menos tres días antes del peeling facial, así como no exponerse al sol mucho rato los días previos al tratamiento.

Postratamiento:

Los cuidados postratamiento variaran dependiendo del tipo de peeling a realizarse. El especialista le indicará para cada caso las pautas a seguir.

Preguntas frecuentes

Los peelings superficiales y medios no requieren ningún tipo de anestesia.

El número de sesiones varía según la patología a tratar, su severidad y factores individuales de cada paciente, y suelen realizarse de forma semanal, quincenal o mensual. Entre sesión y sesión se deja transcurrir el tiempo necesario para la recuperación de la piel, que variará en función del producto utilizado.

Aproximadamente 30 minutos.

No debería tomar el sol en la zona 15 días antes del peeling ni tampoco 15 días después. Siempre deberá utilizar protección solar.

Si, se puede trabajar y realizar vida completamente normal nada más acabar la sesión, aunque aparecerá una descamación fina entre los dos y seis días posteriores al peeling, que podrá tratarse con cremas. Únicamente los peelings más profundos, como en las cicatrices de acné, aparecerán unas costras que tardarán entre siete y diez días en caer.

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